17.000 estudiantes de la UOC hacen 30.000 pruebas virtuales por primera vez debido a la COVID-19

 
25/06/2020
Anna Torres Garrote
La universidad moviliza a sus expertos en un tiempo récord para que el estudiantado pueda terminar su proceso de aprendizaje este semestre

Las pruebas se adaptan al entorno en línea, evitando el plagio y comprobando la identidad del estudiante

Durante seis jornadas de este mes de junio, 17.000 estudiantes de la Universitat Oberta de Catalunya se han examinado en línea. Por primera vez en los 25 años de historia de la UOC, la institución ha tenido que virtualizar 30.000 pruebas de 1.400 asignaturas debido a la pandemia de la COVID-19, y hacerlo en un tiempo récord. Hasta ahora, este proceso clave de la universidad era de los últimos procesos que todavía era mayoritariamente presencial, a excepción de unas 3.000 pruebas que se hacían a estudiantes residentes en el extranjero. Pero pasar de este volumen a 30.000 ha supuesto un reto incluso para la primera universidad nativa digital.

"Haber multiplicado por diez el volumen de pruebas finales y de exámenes y haberlo hecho en tan poco tiempo, sin una planificación previa, ha supuesto un reto importante porque no teníamos el modelo completamente probado y preparado", explica el vicerrector de Docencia y Aprendizaje, Carles Sigalés. Con todo, su balance es que "ha sido un éxito".

Antes de que estallara la pandemia, la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (AQU) pedía a la UOC que las pruebas fueran presenciales, pero, en este contexto de emergencia y excepcionalidad, la Secretaría de Universidades e Investigación y el Ministerio de Universidades, con el apoyo de las agencias de evaluación ―y, en este caso, de la AQU―, establecieron un marco de excepcionalidad que autorizaba a que todos los procesos de evaluación continua y final pudieran hacerse de forma virtual. Así es como "el equipo humano de la universidad se ve obligado a hacer un esfuerzo muy grande para suplir con dedicación lo que la tecnología y el contexto hacía muy difícil", explica Sigalés.

 

La culminación del proceso de aprendizaje

Las pruebas finales que hace la UOC son la culminación de todo un proceso de acompañamiento a los estudiantes que se basa en la evaluación continua, y "esto hace que el balance entre el esfuerzo del estudiante a lo largo del semestre y el esfuerzo final de las pruebas y los exámenes sea mucho más equilibrado", dice Sigalés.

Desde el Vicerrectorado de Docencia y Aprendizaje se hace un balance "magnífico" de cómo se ha gestionado el proceso de evaluación, tanto por parte del profesorado como por parte de los equipos de gestión que lo apoyan. Tanto es así que expresan su voluntad de que este sistema de evaluación en línea pase a ser regular una vez pasada la pandemia.

Por su parte, el vicegerente de Operaciones de la UOC, Emili Rubió, explica que las 30.000 pruebas virtuales han sido un reto "logístico y tecnológico" y expone algunas de las situaciones que han tenido que controlar, como tener "bien identificado al estudiante" y poderle resolver posibles dudas que le surgieran durante la prueba: "Hemos tenido que habilitar tecnológicamente una vía de interacción entre el estudiantado y el profesorado".

 

Comprobar la identidad del estudiante y evitar el plagio

Una vez hechas las pruebas de evaluación final virtuales, la universidad ha hecho dos comprobaciones: la de la identidad y la del plagio. La comprobación de la identidad se ha hecho en poco más de 48 horas y ha ido a cargo de un equipo de unas cuarenta personas.

La detección del plagio se ha hecho por medio de un sistema antiplagio que detecta semejanzas entre las pruebas y las fuentes externas. Los resultados son filtrados y revisados por dos personas de la Oficina del Vicerrectorado. Para terminar, los casos con indicios claros o sospechosos se trasladan al profesorado responsable de asignatura para obtener la aprobación del caso.

Rubió también destaca la participación de las más de 300 personas de la universidad que han hecho posible la virtualización de los exámenes y haber podido comprobar que el paso de un estudiante por la UOC puede ser 100 % virtual, desde que empieza hasta que se evalúa. "Nos sentimos orgullosos de que la UOC haya podido completar su modelo virtual con calidad y garantías", concluye Rubió.

 

El estudiantado, acompañado en todo el proceso

La directora de Servicios Académicos de la UOC, Esther Gonzalvo, explica que desde el primer momento tuvieron muy claro que había que acompañar al estudiante, tanto en el plano informativo como en la atención personalizada. "Para nosotros lo más importante era que el estudiante pudiera acreditar con solvencia sus conocimientos y que pudiera hacerlo acompañado". Gonzalvo destaca el compromiso y las ganas de superación de los estudiantes en tiempos adversos como el que vivimos, en el que muchos han tenido que seguir el semestre "con los hijos en casa o con personas dependientes a su cargo".

El vicerrector Sigalés también destaca el papel clave que han ejercido el Consejo de Estudiantes y sus representantes y el conjunto del estudiantado, "que este semestre ha registrado un grado de seguimiento ligeramente superior al anterior" a pesar de las situaciones de excepcionalidad que ha comportado la pandemia.